Gerald Bostock, un caso de discriminación laboral que abrió paso a la protección de la comunidad LGBTQ en EU
El caso de Gerald Bostock, quien fue despedido de su trabajo como defensor de menores en el condado de Clayton, Georgia, poco después de unirse a una liga de softball gay en 2013, fue el que abrió la puerta para el fallo histórico que dio la Corte Suprema en la protección de la comunidad LGBTQ de sus derechos como trabajadores.
Corte Suprema dictamina que trabajadores LGBTQ están protegidos contra la discriminación laboral
El caso de Gerald Bostock
Bostock demandó a su antiguo empleador en 2016, y el caso tardó años en abrirse paso en los tribunales inferiores antes de llegar a la Corte Suprema para presentar argumentos orales en octubre. El tribunal falló a su favor, al encontrar que el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 prohíbe la discriminación en el lugar de trabajo basada en la orientación sexual o identidad de género de un individuo.
En entrevista para el programa “TODAY” de NBC y MSNBC, Bostock contó los altibajos de su odisea legal, desde su repentino despido del trabajo hasta este lunes, cuando su nombre fue estampado en una decisión de la Corte Suprema que amplía los derechos de millones de los estadounidenses
“Estoy eufórico y estoy lleno de tanta gratitud y aprecio”, dijo Bostock, saludando el “mensaje muy claro que envió la Corte Suprema de los Estados Unidos”.
Bostock dijo que estaba “orgulloso del papel que tuvo para llevarnos a este momento histórico”, y reflexionó sobre los otros dos demandantes que fueron nombrados en la reclamación por discriminación laboral: Aimee Stephens y Donald Zarda, quienes murieron antes del fallo histórico del lunes. Stephens falleció el mes pasado de una enfermedad renal, y Zarda en 2014 en un accidente de salto BASE.
“No puedo decir lo orgulloso que estoy de haber podido apoyar a Aimee Stephens y a la familia Zarda durante esta batalla en nuestra lucha por la igualdad”, dijo Bostock.
Una demanda por terminación injusta de su empleo
Bostock comentó que los últimos siete años, “no han sido fáciles”, pero después de la victoria de la Corte Suprema del lunes, dijo que finalmente siente “validación” después de “perder un trabajo que amaba y un trabajo en el que era bueno”.
“Perdí mi fuente de ingresos y perdí mi seguro médico en un momento en que estaba luchando contra el cáncer de próstata”, señaló.
Y así, la odisea legal de Bostock aún no ha terminado. Ahora que ha ganado, Bostock dijo que su “prioridad” es regresar a la corte para reabrir la demanda por terminación injusta que inició este viaje: “Voy a seguir adelante con mi caso contra el Condado de Clayton”.
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