Inmigrantes centroamericanos permanecen por miedo a robos y violencia en Caravana hacia CDMX
La Caravana de Refugiados 2018 de la Organización Pueblos sin Fronteras, que inició a mediados de marzo pasado en Honduras, continúa su camino hacia la Ciudad de México, aún en medio del enojo y las declaraciones hechas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Seguridad, la prioridad
Muchos de los inmigrantes participantes, provenientes de diferentes países de Centroamérica como Guatemala, El Salvador y Nicaragua, se mantienen en el convoy por la seguridad que representa estar unidos y así evitar sufrir robos, abusos, secuestros, o ser víctimas de violencia.
“Es más seguro quedarnos en la caravana. Una sola persona es mucho más vulnerable y es peligroso andar solo.”, comentó el salvadoreño Rogerio Fernández, de 48 años, quien viaja con un hijo y un sobrino escapando de la pobreza y por la violencia generada a causa de las pandillas en su país.
Fernández señaló que huyó de El Salvador por salvar a su hijo, luego de que fue amenazado de muerte por una pandilla por no querer unirse a ellos o pagar para que no lo molestaran.
La Caravana de Refugiados 2018, que se organiza anualmente desde el 2010, tiene como objetivo principal crear conciencia sobre la difícil situación que viven los migrantes al escapar de la dura realidad en sus países, en donde no encuentran oportunidades para salir adelante.
México otorga visas
El Gobierno de México otorgó visas de tránsito a las personas que forman parte de la caravana e informó que la procesión había comenzado a diluirse. De las 2 mil personas que la integraban hace unos días, solo permanecen mil. Además el grupo terminará su viaje oficialmente en la Ciudad de México en lugar de la frontera con Estados Unidos, como se había pensado en un inicio.
Algunos de los migrantes expresaron su deseo de pedir asilo en Estados Unidos, por lo que continuarán su camino en solitario hacia la frontera norte del país, en cambio otros lo harán en México. Incluso, señalaron que a pesar de que con las visas concedidas por el gobierno mexicano pueden viajar libremente por el país y no ser detenidos, permanecerán en la caravana hasta su destino en la Ciudad de México para estar seguros y protegidos.
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